Susana nació en Córdoba y se recibió de arquitecta en
Su desarrollo artístico comienza hace diez años en el Taller-Estudio de Arte de Cecilia Vélez, quien la lleva a recorrer el mundo del arte explorando diferentes técnicas. Pero el mayor impulso se desata en un viaje a Italia junto a su maestra visitando
Susana, tal como lo hace en sus construcciones, trabaja con diversos materiales que le son habituales, pero esta vez se acerca a ellos con una nueva mirada, la del artista: “El descarte de obra de alguna manera me llevó a acercarme a la brea, al aguarrás, a la chapa, al estuco como resultado del cemento, el agua y la arena.”
Su espíritu curioso la lleva a una investigación exhaustiva y divertida a la vez del uso y la experimentación de diferentes técnicas con materiales extraordinarios, como el plástico o el vidrio; “El encanto del vidrio o la vitrofusión, mejor dicho, es para mí una sorpresa continua, nunca se sabe como va a terminar, de alguna manera el plástico frente al calor reacciona del mismo modo, siempre te asombra el resultado. Me apasiona que me sorprendan, yo creo que voy a hacer una cosa y sale otra, es un ritual que me fascina”
Una evolución natural la lleva de la obra de construcción, a la obra artística y al mundo del reciclaje: “Nosotros vivimos una situación muy diferente a la de otros países, y esto te lleva a usar la creatividad permanentemente, siempre buscando como te la podés arreglar. Por esto el uso de lo viejo o de lo descartado, te lleva al reciclaje, no tirar sino transformar.”
Su última exploración pasea por la figura humana, toda una novedad que deja atrás la geometría o las estructuras que su mano acostumbraba a dibujar. De la mano de Sebastián Silber vive hoy una nueva mirada: “El salto es enorme, y descubrí que sondear la figura humana me hizo dejar de lado la rigidez.”
Hoy Susana se enfrenta a la “intervención” como manifestación artística de tipo conceptual y lo hace con toda naturalidad: “Esta intervención se convierte en un desafío, en la obra de arquitectura se vive con condicionamientos, en el arte no hay reglas preestablecidas, hoy un concepto o una idea se desarrollan en un espacio abierto”.
El talento de esta artista se traslada a un mundo emocional y filosófico: “En la intervención el artista muchas veces se plantea; ¿qué hago acá?, ¿qué hago con esto?, cuando la obra termina, me gusta que la gente participe, forme parte y al igual que el artista, se pregunte: ¿qué hago acá? Cuando está dentro de la obra.”